LA VIE EN ROSE

Me ha venido a la memoria una de esas canciones que en un momento de mi vida me dejó huella... Su comienzo traducida al castellano dice algo así:


Ojos que hacen bajar los nuestros.

Una sonrisa que se pierde en su boca.

He aqui el retrato sin retoques.

Es la manera que a día de hoy miramos a Alejandra, sin retoques, perfecta en todos sus sentidos, una Vie en rose. Pero ojalá todo fuera de color rosa... y no ,no lo es por esas trabas que nos impone esta sociedad empeñada en inventar zancadillas y caídas de burocracia absurda, un cúmulo de circunstancias que no nos dejan ver una real inclusión, a veces disfrazada de una polichinela llamada integración. 

Aún así como decía uno de los grandes periodista deportivos (tantas horas pasé delante de la televisión viendo Baloncesto, desde que se fue el basket ya no es lo mismo) Andrés Montes... LA VIDA PUEDE SER MARAVILLOSA, SI TÚ QUIERES. Y claro que queremos una vida maravillosa, o al menos estamos ... permitirme decir "hocicados" en conseguir que así sea, su felicidad e inocencia inmaculada lo merece. La vie en rose, que hay que colorear a diario en un trípode familiar, vigilante pero a la par independiente. Y ahora seguimos un camino de color de un falso dorado que apasiona y cansa a la vez, ser un león cobarde para alcanzar esa valentía que tenemos para superar obstáculos... Cuánto hace falta un hombre de hojalata con un corazón que haga a los que mandan ver la vida más en rosa... O un espantapájaros plagado de cerebro para que piensen cuales son las VERDADERAS NECESIDADES ESPECIFICAS. 

Édith Piaf llegó a decir "Usa tus fallos, usa tus defectos, y serás una estrella" si el fallo es tu extraordinaria deleción genética y tú defecto es ese Caos del TODO, que ordenadamente intentamos poner al día... Entonces eres una gran ESTRELLA. Nosotros tenemos la implacable responsabilidad de ese estrellato, hacer ver a la sociedad que ser igual que los demás es un derecho congénito adquirido simplemente por ser personas (según ellos diferentes) , hay que romper ese sello lacrado en un cónclave que quieren hacernos ver cómo una solución.
Y queremos y creemos en esa Vie en rose que te ve como eres, natural como la vida, sin artificios impuestos. Sonriente con la única finalidad de la felicidad, fermentando a quien te rodea.
Y si , creo en una Vida en rosa, vacía de currículum y adaptaciones, llena de plena alegría e inclusión, totalmente afanada en la búsqueda de una felicidad inusitada... Un lugar donde cabemos todos, donde lo extraordinario sea completamente ordinario, ese lugar sin reparos ni reservas, con el único miramiento de enseñar y no competir... Ser pragmáticos y no teóricos para al fin poder vivir una VIE EN ROSE.






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