Una historia para seguir contando

Hay una tradición en este país que tal vez, cada 28 de diciembre está más en desuso... Puede que la sociedad actual ya no tenga la necesidad de gastar las típicas bromas, ya sea por una hastiada y cada vez estresada vida o simplemente se ha perdido el sentido del humor o de todo.

Ayer publiqué un pequeño y escueto mensaje en las redes sociales.- Dejo el blog, estoy cansado....

Muchas personas que me conocen sabían que fue una inocentada, no coló,quizás posiblemente porque esta aventura de casi cinco años, fue fruto de la necesidad de contar sentimientos, sin pensar en quien y cuantas personas te leen. Hace un lustro quería hacer un homenaje a la hija que de alguna manera nos cambio el transcurrir de los días, aquella que nos ha enseñado a tener otro ritmo y que gracias a ella, nos ofrece conocer a grandes mujeres y hombres, hoy además de amigas y amigos son casi familia.

Mientras que mi cuerpo aguante, buscaré, y en ello me he empecinado, en divulgar y contar esta maravillosa aventura que me hizo mi REGALO NÚMERO 7... Y en este nuevo año que llega, tan solo deseos de felicidad y porque no, salud para seguir escribiendo más páginas de esta historia.

Feliz 2.022.