DESAPRENDER

Hay una frase de gran calado que dice... "Hay que desaprender para volver aprender". Sabias palabras y sabia la persona que la ideó. Cada día que paso con Alejandra es otro día de desaprender, cada gesto es una nueva mirada a lo desconocido, cada alegre locución que nos narra es una versión de esta nueva enseñanza.
Ya he dicho otras veces que Alejandra es mi mejor maestra, pero quizás a veces no correspondo como su mejor alumno... Desaprender y escribir nuevos capítulos que transcribimos cada día, caligrafía ilegible con borrones de tinta de mi mano nobel en esta prueba de vida concedida hace casi 9 años, mi anhelo de ordenar  palabras... 
Desaprender y comenzar de nuevo andar, con tropiezos "EX PROFESO" para un aprendizaje de novicio padre que intenta llegar a una meta lejana y a la vez tan cercana, monte Olimpo de una simple existencia que su único fin es la felicidad.
Desaprender y saber mirar, y mirar y no ver más allá del infinito abismo de mi duda, "HERRARE HUMANUM EST". Desaprender a ser padres y madres y volver a nacer como hijas e hijos de nuevo. Desaprender y olvidar todo lo aprendido en aquello llamado correcto para ahora llamarlo "extraordinario", culmen de una acomodada costumbre de la monotonía.
Y aunque Alejandra tiene la llamada discapacidad, tiene la capacidad de sorprenderme a cada instante, de enseñar a todos a desaprender para volver aprender...