MI PRIMER AÑO
El día 26 de junio del año pasado, daba inicio a un proyecto que simplemente servía para desahogar sentimientos... Un año, mi primer año de bloguero; en mi primer post daba muchas gracias a todas esas personas que de alguna manera me iniciaron en este camino de la escritura. Un año de aprendizaje continuo, lleno de correcciones y borrones, pero también lleno de satisfacción al ver que llevamos casi 6.000 visitas, y hablo en plural porque esto fue un invento de dos, la gran protagonista, mi gran maestra, la artífice... Alejandra, mi regalo número 7.
No olvido mis primeras palabras, que mirando a la pantalla reflejaba ojos llenos de emoción de lágrimas grises, aferradas en un duelo que sentía aún cercano... ansiedad, miedo, culpa, confusión, negación, depresión, tristeza... Explicaciones.
Pero hay que aprovechar el momento, mirar el futuro o como decían en ROMA, Carpe diem... Y vives lo que te atreves a vivir, sientes lo que quieres sentir, ríes lo quieres reír, compartes lo que quieres compartir, amas lo que quieres amar, disfruta lo que quieres disfrutar y sueñas lo quieras soñar... Y sueño disfrutando, compartiendo risas, amando en esta vida llena de sentimientos, porque Alejandra y su síndrome de Williams me ha enseñado a ser mas y mejor padre
En este primer año como bloguero, el tiempo me ha hecho conocer a mas personas, estoy seguro que si no hubiera recibido el regalo número 7, jamás tendría ese privilegio (el cariño que recibo y la amistad que he encontrado en much@s de ell@s).
Y hace un año, que solo quería contar sentimientos, sin esperar lectura alguna, tan solo la mía. Y ahora después de 365 días esta nueva pasión por contar y contaros con alma historias, o al menos lo intento, es una rutina diaria, satisfactoria.
Lo que comenzó siendo una evasión, ahora es un salto tan alto, que he conseguido dejar aquellos miedos que me acompañaban, HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ, como dice uno de los protagonistas de esa película de los juguetes...
Ah! Se me olvidaba dar mi regalo a mi regalo número 7...
Ah! Se me olvidaba dar mi regalo a mi regalo número 7...
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